EL VÍNCULO ENTRE LA MAMÁ Y EL BEBÉ CON NECESIDADES ESPECIALES


Ante el nacimiento de un bebé con necesidades especiales, los padres suelen experimentar períodos de confusión en los que es necesario atravesar el duelo por el niño ideal que no ha llegado, pasar por el primer tiempo en donde la pregunta acerca del futuro de su hijo es lo que orienta sus vidas: recorrido por tratamientos, estudios, consultas. Una vez atravesado este tiempo, sería importante darse el permiso para conocer a este nuevo hijo, conectarse con el bebé no desde su dificultad, sino desde sus posibilidades. Un bebé con necesidades especiales puede escuchar una canción, puede disfrutar de una caricia, puede recibir masajitos. Todos los bebés necesitan para su desarrollo del contacto físico, de la mirada de su madre y de su palabra ya que así se propiciará el encuentro, el vínculo entre ellos y se apostará a la singularidad de ese pequeño.

Sostén, mirada, tacto, palabra...le dan al bebé la posibilidad de ser, por eso es tan importante generar espacios para acompañar a la mamá: facilitar el vínculo proponiéndole actividades alternativas diferentes a las que tienen como objetivo la evolución del niño, fomentando la confianza en sí misma y en su capacidad de ayudar al bebé a lo largo del complejo proceso de desarrollo, para que desde allí pueda ofrecer a su hijo momentos de sostén y sentimientos de disponibilidad corporal y emocional.

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